La cantidad de dióxido de carbono que reproduce la bombona, mantiene un equilibrio entre los 1000 y 1500 ppm, lo cual no sobrepasa los límites que debe respirar el ser humano porque si no puede haber sensaciones de mareo, así que por lo tanto no afectará de ninguna manera nuestro acceso a la zona de cultivo.

Las plantas de cannabis en interior consumen una gran cantidad de CO2 y que en muchas ocasiones por las condiciones de cultivo no disponen, por zonas de cultivo sin posibilidad de instalar una extracción directamente desde el exterior.

Un exceso de CO2 que es entre 300 a 400 ppm, cuando las temperaturas superan los 28 a 29º, beneficiará a las plantas y mostrarán un crecimiento y floración como pocas veces hayas podido ver.

Además de tener mayor resistencia a temepraturas elevadas, mejora el desarrollo de las raíces, reduce el estrés y los daños por contamientantes atmosféricos y acorta el tiempo de cultivo con mejores rendimientos.