Las plantas tienen una enorme necesidad de fósforo y potasio durante el periodo de floración y si podemos cubrir estas necesidades del cultivo, las plantas nos lo agradecerán con creces. Para ello existe el PK 13-14. El fósforo estimula entre otras cosas la rápida división celular en los racimos florales, con lo que estos aumentan visiblemente de tamaño. El fósforo, juega un papel crucial en los procesos metabólicos de la planta. El potasio influye de forma importante en la buena circulación de la savia en la planta. Con ello, la planta desarrolla un tallo más grueso y un ramaje robusto, resultando finalmente en una mejor recolección. El potasio estimula también la producción de azúcar en los racimos florales, lo cual influye positivamente en el aroma y sabor del producto final.